La flatulencia o acumulación de gases en el sistema digestivo, es una condición que a veces se toma a la ligera por la mayoría de las personas, tanto si la padeces o si conoces a alguien que la padece. Esta situación llega al punto de casi ser graciosa, o despertar los chistes más hilarantes en algunas oportunidades, pero la realidad es que para quienes sufren las molestias de esta sobreproducción de gases es muy duro y embarazoso lidiar con ello durante el transcurso de sus vidas. Si bien es cierto que hay una predisposición constitucional a esta condición, esto no lo convierte en un diagnóstico definitivo, pues existen muchas soluciones naturales y efectivas para combatirla y mejor aún, eliminarla.
La dieta es crucial, podemos seguir unos hábitos alimenticios que son potenciadores de la flatulencia o por el contrario, acudir a los beneficios terapéuticos de otros alimentos que pueden hacer desapararecer la condición. En cualquier caso, es muy importante el estilo de vida, el estrés al cual estamos sometidos y también la ingesta de medicamentos para otras condiciones que muchas veces pueden empeorar esta producción de gases. Como hemos adelantado, no todo el mundo responde de la misma manera a los mismos estímulos alimentarios, pero si existen algunos denominadores comunes a una gran mayoría de la población que sufre el agobio la acumulación de gases en el intestino.
La primera sugerencia es que evalúen aquellas comidas que usualmente exacerban esta condición tales como: granos, frutas y otros carbohidratos complejos. Algunos como los frijoles, las judías, los garbanzos o las habas, entre otras, son de las más productoras de gases. Recomiendo que antes de ser cocinadas, sean remojadas en agua por 24 o más horas, se les cambie el agua al menos 2 a 3 veces y se les agregue vinagre blanco natural durante el proceso, con esto eliminaremos esa cutícula que los recubre que es la responsable de la producción de gas.
Así mismo, algunas frutas cuyo proceso de fermentación es más acentuado y acelerado, pueden producir gases en algunos cuerpos, en este caso, este tipo de frutas pueden ser consumidas en conserva, cocinadas o disecadas para evitar que produzcan disconformidad después de comerlas.
Evitar los productos que contengan edulcorantes artificiales como el sorbitol, pues se ha demostrado su capacidad para aumentar la flatulencia en personas susceptibles. Por otra parte, les recomiendo usar una enzima natural llamada “BEANO” que pueden encontrarla en tiendas naturistas y supermercados especializados y que es muy efectiva metabolizando los carbohidratos complejos y la fibra que también pudieran ser responsables de la producción de gases. El beano viene en tabletas o gotas y su dosificación dependerá de la comida que hayas consumido durante el día.
Para muchas personas una drástica reducción en los azúcares refinados y en las harinas blancas y muy procesadas, puede ayudar muchísimo a mejorar esta molestia. Y en el caso de que todo lo demás fallara, el antiguo carbón activado, que hoy se consigue en tabletas sin sabor, puede ayudar a absorber los gases intestinales mejorando así la flatulencia y todas sus consecuencias, particularmente después de haber consumido una comida rica en estos carbohidratos refinados.
Algunas personas han usado con éxito medicación anticolinérgica ya que estos tienen como un efecto colateral un aumento de la motilidad del tubo digestivo con lo cual la acumulación de gases no es permitida y por ende la flatulencia tampoco se presenta. Otra solución natural son las enzimas digestivas combinadas o no con probióticos, según sea el caso, pues no solo son muy suaves, sino que también tienen otros efectos positivos agregados como la limpieza colonica y una mejoría en la motilidad intestinal.
Finalmente no debemos olvidar que el ejercicio aeróbico suave, los abdominales, la bicicleta y el yoga también estimulan moderadamente el intestino y ayudan a que la vida sea más placentera y a que la interacción social no sea inhibida por la presencia de esta inocua pero fastidiosa condición.
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