Las frutas y verduras pueden contaminarse por bacterias o virus patógenos. Esta contaminación puede ocurrir en cualquier punto desde el campo hasta su mesa. Ejemplos de patógenos incluyen Salmonella, E. coli y Hepatitis A. Si usted come una fruta o verdura contaminada, corre peligro de enfermarse. Los signos comunes de enfermedades alimenticias incluyen nausea, vómitos, diarrea, dolores de cabeza y fiebre. Estos síntomas usualmente aparecen dentro de 12 a 72 horas después de haber comido los alimentos. Para reducir el riesgo, siga estos pasos para lavar las frutas y verduras frescas.
Lave sus manos y áreas de cocinar
Use agua caliente con jabón por 20 segundos antes y después de haber manipulado alimentos y después de haber tocado carne cruda, cambiado un pañal, usado el baño, tocado a una mascota o cualquier cosa que pudiese contaminar sus manos. Séquese las manos con una toalla de papel. Lave y desinfecte todas las mesas de la cocina, las tablas de cortar y los utensilios con una mezcla de 1 cucharadita de cloro casero en 1 cuarto de galón de agua. Haga esto antes y después de preparar la comida. Cuando lave productos frescos, es importante tener el fregadero limpio, se recomienda desinfectarlo vaciando una mezcla de 1 cucharadita de cloro casero en 1/4 de galón de agua dentro del mismo.
Lave los productos frescos
Lave las frutas y verduras enteras antes de prepararlas, aunque la cáscara no vaya a comerse. Esto previene que los patógenos se transfieran de la corteza hacia dentro de las frutas o verduras al cortarlas. Para prevenir la putrefacción o el crecimiento de moho durante el almacenamiento, es mejor lavar las frutas y verduras frescas inmediatamente antes de prepararlas. Las frutas y verduras frescas no deben ser sumergidas en agua, no use detergentes, jabones o cloro para lavar los productos frescos. Estos productos pueden cambiarles el sabor y ser tóxicos. Si las frutas y verduras son firmes (tales como papas y melones), lávelas con un cepillo limpio y desinfectado especial para frutas y verduras. Para las frutas y vegetales suaves (tomates), restriegue suavemente con sus manos para soltar la tierra. También remueva las hojas exteriores de la lechuga y el repollo antes de lavarlos. Para lavar bayas, perejil y hojas verdes, colóquelos en un colador limpio y rocíelos con el rociador del lavaplatos de su cocina o suavemente pongalos bajo el chorro de agua. Asegúrese de voltear y agitar suavemente el colador a medida que lave el producto fresco. Los productos frescos cosechados de una huerta casera pueden enjuagarse con agua limpia que cae del grifo antes de ser almacenados para remover el exceso de tierra y basura. Sin embargo, seque estas frutas y verduras completamente antes de guardarlas, y lávelas adecuadamente antes de prepararlas.
Ceras para frutas y verduras
Algunas frutas y verduras pueden tener unas cubiertas de cera para mantenerlas frescas, protegerlas de golpes y prevenir el crecimiento de moho. Las ceras hacen que las frutas y verduras se vean más atractivas. Aunque estas ceras son seguras para el consumo, se debe lavar el producto, pero no se debe usar jabón. Si lo prefiere, puede remover la cáscara encerada antes de comerse la fruta. Recuerde: Para ayudar a prevenir las enfermedades alimenticias, guarde sus frutas y verduras adecuadamente y lávelas completamente
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